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lunes, 15 de diciembre de 2025

Pedrito Calvo, leyenda viva de la música cubana

El popular cantante y compositor recibió la Condición Artista Leyenda Egrem, reconocimiento instituido por la casa discográfica más antigua de Cuba en ocasión del aniversario 60 de su fundación...

Maya Ivonne Quiroga Paneque en Exclusivo 14/12/2025
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Pedrito Calvo
El cantante y compositor Pedrito Calvo recibió la Condición Artista Leyenda Egrem (Maya Ivonne Quiroga Paneque / Cubahora)

En una emotiva ceremonia celebrada en los Estudios 18 de la Egrem, el emblemático cantante y compositor cubano Pedrito Calvo, fue honrado con la Condición Artista Leyenda Egrem, un reconocimiento a su amplia trayectoria artística y su invaluable aporte a la música popular cubana.

 

Renier Rodríguez, director general de la Egrem, fue el encargado de entregar este homenaje que reafirma la vigencia y el prestigio de una de las voces más queridas de la Mayor de las Antillas, un sonero eterno, cuya voz y cadencia han sido banda sonora de generaciones.

 

Calvo, con sus 84 años bien llevados, y más de 65 años de vida artística, recibió la distinción con la humildad y sinceridad que lo caracteriza. A lo largo de su carrera, ha sabido mantener un vínculo cercano con el pueblo:

 

“Me motiva el amor a mi país”, confesó, “recibo alegría en las calles donde la gente me saluda y me pregunta: '¿Qué edad tú tienes?… Estoy súper contento y orgulloso de mi gente, que me ha querido y me seguirá queriendo”.

 

En sus palabras, surgió de inmediato la filosofía que ha guiado su vida: “Ser importante es agradable, pero más importante es ser agradable. Y esa frase me ha seguido durante muchos años. La llevo en todos los vehículos que he tenido, es un mensaje para todo el mundo”.

 

De vender agua en los carnavales a defender el son patrimonial

 

El cantante evocó sus humildes inicios. Fue un trabajador incansable desde sus primeros años y esa fortaleza la ha puesto también al servicio de la música, donde logró forjarse un nombre gracias a su talento y constancia.

 

“Vendía periódicos, papel, peines… En los carnavales vendía serpentina y agua a ‘medio la lata’. No le tengo miedo a la vida porque he sido desde niño un trabajador”, rememoró con orgullo.

 

Esa fibra laboral se encontró con el destino musical que llevaba en la sangre: “mi mamá era cantante aficionada; mi papá, violinista y guagüero. Me ponía a cantar con ella y todo eso se te va pegando porque es hereditario”.

 

Pedrito trabajaba en una zapatería y se pasaba el tiempo cantando mientras estaba sentado en un banquillo montando zapatos: “La gente me decía: '¿por qué tú no vas a La Corte Suprema del Arte?'”.

Un día pasó un carrito anunciando la pasta dental Gravi y la marca Palmolive: “Me subí al carrito que tenía un micrófono. Le daban un premio al que cantara. Me embullé y fui a La Corte Suprema, de José Antonio Alonso y gané. Ahí empezó mi vida en la música”. Se quedó sin trabajo en la zapatería pero encontró la felicidad, dijo riendo.

 

Su trayectoria es un mapa esencial de la música popular bailable cubana. Comenzó en la orquesta de su padre. Tras pasar por agrupaciones como La Riviera y Los Jóvenes del Feeling, llegó a la Ritmo Oriental y, después, vino la etapa que lo catapultó a la inmortalidad: su liderazgo en Los Van Van, la orquesta fundada por Juan Formell.

 

En el tren de la música cubana, con su presencia carismática y su voz inconfundible, popularizó éxitos que son himnos. “Salir y empezar a hacer otra historia no fue fácil”, admitió sobre su etapa como solista tras dejar la agrupación, “pero confiaba en mí. Creé ‘La Justicia’ con la que grabé temas que había hecho con los Van Van, y otros inéditos, y me fue bien. Entonces pasó un tiempo como de diez años y fundé La Nueva Justicia y compuse temas como El Fotingo de Caridad”.

 

Un defensor a ultranza del son

 

Al preguntársele por la práctica del son cubano, recientemente declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el artista respondió: “El son para nosotros es la base de todo lo que podemos hacer en la música popular… es lo más grande que ha dado el país en lo que se refiere a la música popular bailable. El son es lo más sublime”, sentenció con la autoridad de quien ha dedicado su vida a cultivar ese ritmo.

 

A sus más de ochenta años, Pedrito Calvo no conoce del retiro. Reveló una agenda activa con giras internacionales por Perú, Colombia, Ecuador y México, además de presentaciones en el Cabaret Tropicana y clubes privados habaneros.

 

“Eso me da para comprar la gasolina y las vianditas… pero me mantiene con fuerza. Es importante no caerse en la casa”, bromeó, aunque con seriedad subrayó su rutina de ejercicio matutino: “Tengo un deseo de seguir viviendo, de seguir gozando”.

 

El reconocimiento de la casa que lo vio nacer

 

Casi al finalizar el encuentro, Renier Rodríguez, destacó que la Condición Artista Leyenda Egrem se enmarca en la celebración del 60 aniversario de esa empresa y forma parte de una estrategia para honrar a grandes figuras como el escritor y etnólogo Miguel Barnet, Jorge Rodríguez, el gran productor; el cantante Tiburón Morales y Omara Portuondo, la diva del Buena Vista Social Club.

 

“Para nosotros es muy importante identificar a estas leyendas”, afirmó. “Pedrito se merece, ya lo he dicho 500 veces, el Premio Nacional de la Música. Voy a seguir insistiendo en eso como empresa”. La distinción incluyó un obsequio simbólico y, sobre todo, “el compromiso de seguir haciendo música”, algo que Calvo aceptó de inmediato: “Claro que sí, voy a hacer música en lo que sea”.

 

En sus palabras finales, el artista mostró una gratitud profunda y una emoción contenida: “Me sentí súper satisfecho, súper orgulloso… se me va a explotar el corazón”. Agradeció a sus compañeros de la Egrem y a todo su público. Antes del brindis final, con su característico humor, lanzó un grito que resume su espíritu perdurable: “¡Sandunga!”.

 

La dirección de la Egrem no hizo más que poner un sello oficial a lo que el pueblo cubano sabe desde hace décadas: Pedrito Calvo, el niño vendedor de agua, el zapatero, el sonero mayor, es, y será siempre, una leyenda viva. Su historia no es solo la de un artista excepcional, sino la de un hombre que encontró en la sencillez y el trabajo la fórmula para la eternidad.


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Maya Ivonne Quiroga Paneque

Periodista, locutora, guionista y directora de radio y televisión


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