El Día Internacional de los Trabajadores, constituye la ocasión ideal para demostrar la firmeza del pueblo cubano y ratificar el respaldo a los ideales y principios de la Revolución. La participación popular y el acompañamiento de las delegaciones extranjeras en solidaridad con Cuba marcarán la tradicional movilización histórica y el ejemplo de resistencia de los cubanos ante las dificultades, como una luz que perdura para las naciones de América Latina y el mundo.
Históricamente, la emblemática Plaza de la Revolución, es el escenario donde coinciden niños, jóvenes y adultos aglutinados desde horas tempranas de la madrugada, para desfilar y reafirmar el compromiso del proletariado. Ante la estatua eterna de José Martí, cada año, las masas trabajadoras acuden al encuentro; con el júbilo de pertenecer a un país donde se defienden los intereses de sus obreros, campesinos, intelectuales, educadores, personal de la salud, militares, y amas de casa.
Después del 1959, la conmemoración de esta fecha enmarca un cúmulo de acontecimientos y experiencias que impactaron en lacontemporaneidad, en cada etapa transcurrida,fuimos capaces de reconocer los obstáculos, y elresultado del proceso revolucionario; como la líneapara recomenzar y continuar, sin olvidar el sacrificio, la sangre derramada, los valores patrios y humanosde una obra única e el universo.
Como diría el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en 1964: “Nuestra Revolución tiene muchas cosas interesantes, muchas experiencias interesantes y útiles a todos los pueblos. Pero sobre todo nuestro país tiene algo maravilloso, algo que hoy, Primero de Mayo, fiesta de los trabajadores, podemos proclamar con orgullo: ¡Nuestro país tiene este pueblo, y este pueblo es lo más admirable que la Revolución tiene!”.
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En el año del comienzo del siglo, un lunes 1ero de mayo de 2000, sería la fecha para proclamar el concepto de Revolución, una definición que abarca los más intrínsecos y relevantes términos de la política y la sociedad y que surge más que como una coincidencia histórica como una guía que delimita el alcance de un proyecto político y social sin precedentes.
Nuestro orador comenzó con la palabra precisa y directa: “Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos…” Con la perspicacia de quien tiene los argumentos suficientes, resumió el sentido de la vida humana, el equilibrio entre hombres y mujeres, el valor de la autonomía sin dejar de admitir que las transformaciones son necesarias para lograr nuestros objetivos.
“(…) es emanciparnos por nosotros mismos y por nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos…” Una vez más hace alusión al independentismo, la importancia de mantener lasmetas alcanzadas, la fortaleza de consolidar la unidad nacional y acompañar cada proceso con el decoro y la capacidad de buscar alternativas y soluciones acertadas, que aporten beneficios al interés social y que la ética prime en el desarrollo de nuestras acciones.
“(…) es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y de las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo.” Como tantas otras veces, nos remite al valor de las ideas, a la utilidad de la virtud y de la imparcialidad. Nos impulsa llevar en la verdad, el sentir de aquellos que tienen en esta pequeña isla una guía, porque admiran de los cubanos el sentimiento de amor a la Patria y su valía.
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A sólo 25 años de su proclamación, este primero de mayo, volvimos a colmar plazas y parques, para vestir los colores de la Bandera Nacional. Cuba y la humanidad sentirán el galope de los jinetes de espaldas aladas, escucharemos en el corazón sus pasos gigantes, su voz retumbará junto a “La Internacional”, sabremos que Fidel estará nuevamente aquí: en cada persona, en cada niño, en cada cubano, para decirnos cuál es el camino y recordarnos que “es el día de todos los revolucionarios, de todos los revolucionarios unidos, porque en eso radica y radicará siempre el éxito y la fuerza de nuestra Revolución.”
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