Hello!!, ¿Es la corresponsal de The New York Times en Haití?... Gracias, es para decirle que el artículo que publicaron ayer sobre la supuesta presencia de un solo cirujano en el área afectada por el terremoto no se ajusta a la verdad... sí, se equivoca porque en Haití, desde hace muchos años hay una brigada de más de 200 médicos cubanos entre ellos varios cirujanos, que no solo han atendido en este, sino en el terremoto pasado..Hello?, Hello?, Hello?
Así se truncaba la comunicación de François, médico haitiano graduado en Cuba, cuando intentaba reclamar al "diario más importante del mundo" su engañoso artículo sobre la asistencia médica en el área afectada por el terremoto en el año 2021.
Era 15 de agosto y solo había pasado un mes después de los disturbios del 11 de julio y The New York Times, como la administración Biden, no podía permitirse el hablar de nada positivo sobre Cuba.
Solo siete años antes era el propio periódico el que acompañaba a la administración Obama, en la que Joe Biden era vicepresidente, con una increíble longaniza de editoriales favorecedores de la relación respetuosa entre los dos países.
Se tomaron el interés que no se había tomado nadie y aunque siempre dejaron escapar inexactitudes y manipulaciones en virtud del llamado balance, nunca antes fue más objetiva la cobertura del periódico respecto a Cuba.
En octubre de 2014, el diario se pronunciaría editorialmente sobre la presencia de los médicos cubanos en África y lo titulaba: "La impresionante contribución de Cuba en la lucha contra el ébola". Parecía que finalmente se hacia la justicia para nuestros galenos.
"Cuba ha enviado médicos y enfermeros a zonas de desastre durante décadas. Luego del huracán Katrina en 2005, el Gobierno en La Habana ofreció enviar equipos médicos para atender heridos en Nueva Orleans", reconocía el diario.
Refiriéndose a la epidemia de ébola que preocupaba al mundo por aquellos días, resaltaba The New York Times: "El pánico que ha generado la epidemia alrededor del mundo no ha producido una respuesta adecuada por parte de las naciones que tienen la capacidad de contribuir. Aunque Estados Unidos y otros países han ofrecido su disposición a aportar dinero, únicamente Cuba y unas pocas organizaciones no gubernamentales están proporcionando lo que se necesita con mayor urgencia: profesionales médicos dispuestos a atender pacientes."
Pero la felicidad y el reconocimiento a nuestros médicos cambiarían como mismo cambiaba la perspectiva política del gobierno en el poder hacia Cuba.
La llegada de una administración republicana en 2016 daría cabida nuevamente a los ideólogos anticubanos y la colaboración médica cubana regresaría al colimador.
Trump, fustigado en su primera campaña presidencial por The New York Times visitaría el diario en noviembre de 2016, ya como presidente electo, y hubo críticas, pero también se propuso firmar la paz.
No pasaría mucho tiempo para que el diario se sumara con saña en contra de los mismos médicos que había defendido meses atrás. Eran otras las circunstancias, habría que entender.
Corría el año 2019 y eran tiempos de mentiras. El asesor de seguridad nacional John Bolton aseguraba sin pruebas que en Venezuela se encontraban 25 mil soldados cubanos que impedían la caída del "régimen de Nicolás Maduro", The New York Times no perdería tiempo para mezclarlo todo y arremeter contra nuestros médicos aseverando: "Nicolás Maduro usó a médicos cubanos y a los servicios de salud para presionar a los votantes".
Nada haría más feliz a Bolton, obsesionado con Cuba desde mucho antes. Hablarían en ese artículo de médicos cubanos que supuestamente negaron el oxígeno a pacientes necesitados en Venezuela, simplemente porque no eran chavistas.
A partir de ese momento el diario tomaría para sí la campaña contra nuestros médicos hasta el día de hoy. Pasando de una mano a otra en dependencia del tamaño del staff del periódico, el tema no se abandonaría.
El regreso de Trump al poder en 2024, nuevamente acompañado por el dueto Rubio-Carone, marcaría la continuidad del ataque contra los servicios internacionales médicos cubanos, sujetos ahora mismo a la más brutal campaña.
El objetivo es claro: seguir cortando las líneas de suministro sobrevivientes de la primera administración, al tiempo que se culpa con cinismo al gobierno cubano por todos los daños de esa política.
- Consulte además: 243 medidas coercitivas y agresivas aprobadas por D. Trump en su primer mandato para arreciar el bloqueo genocida.
Sorprendentemente, en ninguna de las líneas escritas se contabilizan los miles y miles de personas sin acceso a la salud pública que perderían potencialmente esos servicios ofrecidos por las colaboraciones médicas cubanas en el exterior, si estas se retiraran.
El actual Secretario de Estado estadounidense dio una amarga probadita al prestigio de nuestros médicos, cuándo en su reciente gira por el Caribe recibió varios portazos en la cara al sacar el tema.
The New York Times insiste en el indefendible oficio de atacar por encargo a nuestros nobles médicos. Muy recientemente tuvo que pasar por la tremenda vergüenza de cercenar respuestas e ignorar declaraciones para abrirse paso nuevamente con su mentira.
Pensarán, con razón, que en los Estados Unidos de Trump no es tiempo de decir verdades. Y habrá entonces que poner al mal tiempo... mala cara.
Roberto de Armas
21/4/25 18:17
Excelente Gullermo. Un recuento breve pero ilustrativo de los altibajos de la cobertura del Times sobre Cuba durante más de 6 décadas. Slds, Roberto de Armas
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.